Si bien no es un rasgo característico de nuestra
idiosincrasia, y mucho menos de su naturaleza económica, lo cierto es que España
es un país en términos sociales desigual. Lo es, particularmente, debido a la
distancia existente entre ricos y pobres. El hecho marcadamente diferencial, en
cuanto a la estratificación social se refiere, involucra la radiografía del
funcionamiento de la economía nacional. La carencia de oportunidades, el
resentimiento en cuanto a la redistribución y protección social se destaca en
un sistema en cuestionamiento y deficitario en serios ajustes, el entorno de
productividad, el desequilibrio del balance entre ingresos y gastos y la
sostenibilidad europea que mantiene un modelo débil dentro de las fluctuaciones
internacionales, hacen que el entramado empresarial y el mercado laboral se
vean aquejados de una cada vez más endémica proletarización del tejido social y
el aumento de la desigualdad y la pobreza.
domingo, 9 de abril de 2023
Brecha social
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