Canal de Suez

   Por el Canal de Suez pasa gran parte de la energía mundial y se transporta el ochenta por ciento del petróleo destinado a Europa. No sólo el petróleo debe su atención al Canal, sino también el gas natural, además del resto de la actividad comercial en curso. No es casualidad que un buque encalle y bloquee el paso comercial entre el Mediterráneo y Asia, donde se concentra el epicentro del comercio mundial, o que su entorno natural se encuentre en un permanente estado de guerra o de tensión controlada por las grandes potencias. La alteración del precio del crudo y sus consecuencias, son ya el efecto directo de un oportuno accidente que bloquea uno de los centros neurálgicos del planeta desde el punto de vista económico y geoestratégico.

Agencias de verificación

   “Una noticia es aquello que alguien no quiere que se publique. El resto son relaciones públicas”. Orwell.

   ¿Son las Agencias de verificación de información servidores de la verdad, o se sirven de ella como auténticos Ministerios de la verdad, propios de la novela 1984? Decidir qué es noticia o no, al menos en su veraz contenido, es el trabajo de las empresas con claras conexiones con partidos políticos, tendencias ideológicas y centros de poder, no exentos de sospecha. Cribar la información contraria a los intereses del sistema, no es hacer precisamente un lavado de información para desterrar las noticias falsas que inundan de contenido las redes sociales o los medios de comunicación, sino llevar a cabo una labor de censura encubierta.

Partidos políticos

   La concentración económica del poder en muy pocas manos ha transformado el comportamiento social, al margen de cualquier maniobra intencionada por parte de la élite. Las cuentas de las redes sociales de quienes mueven los hilos del dinero, las instituciones mundialistas o los centros visibles más importantes del poder, cuentan con más seguidores que los grandes partidos políticos de cualquier país avanzado. Las asociaciones, los partidos políticos o los sindicatos, han dejado de ser el referente necesario para la movilización de la masa social, para dejar paso a las figuras referenciadas como el paradigma de éxito, en la llamada nueva normalidad, desvinculadas de los viejos valores y comprendidas dentro de los parámetros impuestos por los cánones del poder y la riqueza unidos en la personificación de quienes los ostentan.

Transhumanismo

   Las viejas aspiraciones de quienes pretendían lograr el elixir de la eterna juventud, la inmortalidad terrenal venciendo a la muerte o enfermedad, buscar la piedra filosofal o transmutar el simple metal en oro, son ahora las ambiciones puestas en los avances y posibilidades que ofrece la tecnología. Alterar las capacidades físicas, ampliando su potencial, traspasar el umbral de la muerte para continuar existiendo en la nube, superar las limitaciones físicas bajo la existencia de un cyborg o imaginar posibilidades alternativas a la condición humana, son ya de por sí el escenario presente que se proyecta hacia el futuro como una distopía de ciencia-ficción, tan aterradora como llena de posibilidades, conducente a un mundo potencialmente capaz de derribar barreras o levantarlas para reducirnos a la más cruel esclavitud.

Belén Esteban

   Cuando el rodillo mediático se pone en marcha para bombardear las mentes de quienes tienen la desgracia de caer en sus redes, sólo puede deberse a dos razones de atención a su causa, como es una labor de inteligencia para distraer la atención de la crisis del gobierno de turno, el colapso económico en ciernes, el desempleo salvaje, el rescate de la economía en trámite o el motivo que sea y, por otro lado, la manifestación del encefalograma plano de la gran masa capaz de consumir y digerir el contenido de la vida privada del famoseo nauseabundo y vomitivo exhibido como mercancía, a razón de contratos millonarios, para distraer la atención de un público carente de recursos y sumido en la falta clara de un horizonte cercano.  

Dictadura

   Si bien existe formalmente un juego de partidos en descomposición, la práctica de un país ya de por sí fragmentado en nacionalidades de facto y, cada vez más, de derecho, se soslaya bajo el fantasma de una nueva dictadura, esta vez no declarada, aunque sí dada sobre la planicie de un statu quo, cuya violación o disidencia es sinónimo de condena tanto legal como social. La mordaza política, no sólo atenta contra el pensamiento, sino que destituye cualquier principio de libertad o la tenencia de la propiedad privada y se inmiscuye de manera atentatoria contra la esfera más íntima del individuo, la familia o la convivencia social, todo ello bajo la neutralidad del ejército, las instituciones intervenidas, el control de los medios de comunicación, la disolución de la educación, un estado policial y la batuta del poder financiero. El resultado no es otro que la hipoxemia de una sociedad desigual, sin acceso cada vez en mayor grado a los servicios más esenciales, que se debate entre el aumento del número de las grandes fortunas o las colas del hambre.

Economía

   Si bien la Economía clásica y sus autores, formaban parte de un axioma irreductible vinculado con la filosofía o la profesión religiosa, lo cierto es que a partir de la segunda mitad del pasado siglo la concentración del poder económico en unas reducidas manos, ha desplazo cualquier interpretación teórica de la Ciencia Económica, para centrar su ejercicio en la tecnocrática expresión de su poder, plasmándose éste en flujos económicos a la deriva con la finalidad de maximizar su beneficio, por encima de regulaciones estatales, intereses partidistas o gobiernos de turno. El poder financiero se ha convertido en el poder real, subyugante del político, cuyo interés se instrumentaliza con la finalidad de satisfacer sus propias necesidades, sirviéndose del trabajo de los técnicos que copan los diferentes puestos clave de las diferentes instituciones y organismos al servicio del interés global y que aúna, a su vez, a una reducida pléyade de verdaderos actores que moldean el mundo no su imagen y semejanza sino a su entera voluntad, sin contrapoder alguno capaz de devolver el análisis teórico de la Economía al ámbito político para forjar la naturaleza del Estado, en proceso de desaparición, en beneficio del interés general.