martes, 26 de abril de 2022

Teodicea

Después de declarar la rigurosa falsedad del alma universal, de las doctrinas de Hermes y Zoroastro, el padre del cálculo diferencial e integral y el lenguaje que hoy usan las computadoras, relegó a la carencia total de fundamento a la astrología. Leibniz, matemático, jurista y filósofo, elaboró la armonía preestablecida, estableciendo una predeterminación permisiva de la espontaneidad, al reconocer que es posible el cambio y la libre creatividad y admitiendo que Dios permite el mal, hay más bien que mal, dice, existiendo éste tan sólo de forma puntual y limitada, “el hombre es el origen de sus males”, al tiempo que extrae bienes de aquel. Concibe el filósofo el poder como medida del Derecho, y lo justo como aquello que agrada al poderoso, por lo que una ley debe desarrollar el hecho de tener que liberar a sus súbditos de la opresión. Creyente en la continuidad de la vida tras la muerte, sentenció que lo que una vez comienza a existir, no puede cesar por las fuerzas de la naturaleza. El demonio, describe, otorga grandes bienes para de nuevo privar su presencia, con un mal mucho más grave. Reconoce la existencia de un estado semejante a la ataraxia; al describir como un personaje estaba tan cautivo de su estado, que no quería cambiarlo por el de un joven, por rico que fuera, si permanecía éste en la ignorancia. Entre los más tristes y diversos accidentes y los dolores más insoportables puede el hombre mantenerse contento, establecía, con tal que sepa hacer uso de su razón. Finalmente, dentro del optimismo metafísico que lo caracteriza, redactaba que cuanto más nos aproximamos a Dios, la libertad es más perfecta y cómo, con el tiempo, el género humano podrá alcanzar una perfección mayor que la que puede disfrutar en el presente.

jueves, 21 de abril de 2022

Agenda


   “Psicopatología de la violencia colectiva”, obra de Françoise Sironi, es un libro detallado sobre las técnicas psicológicas aplicadas en el ámbito individual y social, cuyo propósito básico consiste en lograr, por medio de la tortura y el miedo, la ruptura del sentimiento de la comunidad, mediante la desculturización, la deshonra, el hambre, la interrupción de los tratamientos médicos, el acoso, la guerra de baja intensidad, el bloqueo alimentario, la implantación de impuestos exorbitantes, los cortes de suministros o la pérdida de allegados. Se trata con ello, de lograr atacar los vínculos sociales, culturales y familiares, territoriales, religiosos, políticos o individuales, mediante la utilización del terror, para alcanzar objetivos como la obediencia o la provocación de revueltas. Los efectos, tanto individuales como colectivos, se manifiestan externamente en la pérdida de control de las emociones, problemas psicosomáticos, reactividad exacerbada, apatía, pérdida de control de la propia integridad, sentimiento de culpa, cambios en la personalidad, dudas, indecisión, fatiga, agresividad, falta de memoria, alteración del sueño, hiperactividad, etc. En el fondo, el libro pone de manifiesto la mutación que la globalización engendra, incidiendo en la manifestación psicológica en el plano político, y cómo el factor cultural e histórico es objeto del análisis de la psicología geopolítica clínica.

 

 

sábado, 16 de abril de 2022

La gran escasez


  Sea en artículos especializados, en publicaciones económicas o en los medios de comunicación generalistas, lo cierto es que en un universo casi sin límites aparentes en su magnitud y, por tanto, sobrante de recursos, nos limitamos a contemplar el nuestro en particular, como un reducto de límites insalvables, bien sea en el ámbito de la energía o de las materias primas, el agua y hasta el alimento. Se define nuestra época en particular, como la era de la gran escasez y su virtual potencial como origen de conflictos sociales y bélicos, en el marco de un cambio de eje geopolítico y de un reseteo del modelo económico.