miércoles, 18 de octubre de 2023

Sistema Monetario Internacional


            Bretton Woods, y el sistema conformado bajo su paraguas en 1944, ha dado pie a una reforma del mismo orientada a resolver los problemas de liquidez en relación con el patrón de cambio. Triffin estableció que la oferta de oro crecía de forma diferente a la demanda de reserva, por lo que la liquidez sólo podía venir dada por la puesta en circulación de un mayor número de dólares. Keynes era partidario de la creación de una moneda global, el Bancor, mientras Triffin, en la línea keynesiana, propuso que el Bancor fuesen los depósitos de reservas de los países al FMI, además de convertir al Fondo en un Banco Central de Bancos Centrales. En este modelo, el oro sería en última instancia el respaldo del sistema. Si al modelo del economista belga se agrega la labor del BPI como Banco Central a nivel mundial, al que se supeditan el resto de Bancos Centrales, las criptodivisas como sustitución del Bancor y, en última instancia, el oro como respaldo, tenemos las entrañas del nuevo sistema financiero cuántico en construcción.

domingo, 1 de octubre de 2023

Materialismo

 

            “La teoría del comunismo se puede reducir a una oración: abolir toda propiedad privada”. Karl Marx.

            Si bien podría ser perfectamente ésta y no otra la frase eslogan de la Agenda 2030, se ha sustituido la originaria por el “no tendrás nada y serás feliz”. Es curioso, y nada casual al mismo tiempo, que el concepto de felicidad no esté asociado a ninguna otra cosa que al mero hecho de poseer, por acción u omisión, físicamente algo, esto es, al materialismo puro. En el mundo actual, que valora la tenencia por encima de la esencia del ser, se armoniza en contrario y elementalmente el consumo, el ocio sujeto a dicha práctica desmedida y la pretendida forma de subordinar el vacío interior, que provoca la ausencia de toda espiritualidad auténtica, a una especie de sublimación ansiolítica como respuesta refleja. Todo ello, bajo el imperativo de diferentes pretextos, meramente espurios, alejados de cualquier otra razón que no sea la propia querencia y deseo del individuo aislado, que se comporta en lo social como espejo y no como actor, atraído por el miedo a ser excluido de un mundo que aborrece y lo atrapa al mismo tiempo, como un auténtico agujero negro.

Superstición


            “Al ser incapaz de hacer que la gente sea más razonable, he preferido ser feliz lejos de ellos”. Voltaire.

            Dentro de la mitificación de cuantos acontecimientos han transcurrido a lo largo de la historia, es moneda corriente del pensamiento contemporáneo ver el más remoto pasado como la insignia de un mundo libre y alejado de prejuicios, motor del pensamiento racional y originariamente democrático, como el ser helénico, o enteramente constructor del mundo ordenado, sirva de ejemplo el romano, o impulsor del espíritu, al albor del cosmos oriental, o la elevación del alma por medio de la expresión artística o meramente pragmática, al más puro estilo renacentista. Toda esa elevación a las cumbres de la imaginación, se acerca o se aleja de la realidad histórica, a medida que la distancia se rompe por medio del análisis desasido de las emociones e impulsos sostenidos. También se vende que dicho pasado evolutivo, se eleva por encima de la irracionalidad, el oscurantismo, los prejuicios, los dogmas o las supersticiones. Lo cierto, es que a medida que la cristiandad va ahogando sus pasos en los últimos estertores de lo que fue, ya consumado su quehacer civilizatorio, su impronta dejada en el testimonio mudo de las piedras que erigen catedrales en honor a su credo, la sociedad contemporánea es un sinsentido de mezcolanza varia de doctrinas y seudoteorías esotéricas, más o menos puras, adulteradas, impuras o simplemente elaboradas, mezcladas y falsas, no exentas precisamente de creencias fabulosas, mágicas, supuestamente transcendentales, supersticiosas por naturaleza, adivinatorias o simplemente inasumibles.