“Las personas que trabajan en la misma industria rara vez se reúnen, ni siquiera para el regocijo o la diversión pero, cuando lo hacen, la conversación acaba en una conspiración contra el público, o en alguna estratagema para elevar los precios. De hecho, es imposible evitar dichos encuentros, mediante alguna ley que pudiera aplicarse, o fuera coherente con la libertad y la justicia”. La riqueza de las Naciones. Adam Smith.
La libertad de mercado encuentra su inexistencia al
amparo de la economía liberal, en el momento mismo en el que el oligopolio, sea
del sector que sea, hace sucumbir a compradores y vendedores, al amparo de la
existencia de pocos vendedores. Al margen de la concentración de poder que supone
que un grupo de empresas controlen todo el mercado, se añade como preocupante
señal de alarma, la presión ejercida sobre los políticos, sea bajo el ejercicio
de los lobbies o grupos de presión, cuando no el soborno directo, para legislar
en favor de quienes casi monopolizan la economía.
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