Owen Jones, en su obra El Establishment, desentraña la
maquinaria que subyace al sistema parlamentario británico que, en modo alguno, supone
un entramado de realidad ajeno a cualquier otro país occidental. La democracia,
sin ninguna reserva al equívoco, está en peligro. La existencia de redes y
relaciones sociales de poder, la organización de quienes lo ostentan, su
definición en la arena de la práctica de influencia por medio de lobbies, las
cuantiosas cuantías económicas de ciertos donantes, los influyentes think tanks,
el sometimiento de los líderes políticos a la agenda de pensamiento impuesta
por la globalización y el dictado de los medios de comunicación, so pena de no
salir en la foto, contraponen toda posibilidad del electorado de verse
representado por quienes ejercen la representación.