miércoles, 9 de julio de 2025

El fin de Occidente

 

  Owen Jones, en su obra El Establishment, desentraña la maquinaria que subyace al sistema parlamentario británico que, en modo alguno, supone un entramado de realidad ajeno a cualquier otro país occidental. La democracia, sin ninguna reserva al equívoco, está en peligro. La existencia de redes y relaciones sociales de poder, la organización de quienes lo ostentan, su definición en la arena de la práctica de influencia por medio de lobbies, las cuantiosas cuantías económicas de ciertos donantes, los influyentes think tanks, el sometimiento de los líderes políticos a la agenda de pensamiento impuesta por la globalización y el dictado de los medios de comunicación, so pena de no salir en la foto, contraponen toda posibilidad del electorado de verse representado por quienes ejercen la representación.

Sistema financiero internacional

  La progresiva liberalización del mercado y el patrón oro, la economía nacional se referenciaba en unidades de cuenta equivalentes a una cierta cantidad de oro, caracterizaron el siglo XIX, frente al mercantilismo proteccionista de siglos anteriores. Tras la II Guerra Mundial se creó el FMI, la economía sufrió un proceso de expansión internacional sin precedentes que provocó el abandono del patrón oro, quedando el sistema monetario internacional abocado a flujos sin precedentes de liquidez en inversión y circulación de moneda, hasta el reconocimiento de los Derechos Especiales de Giro como valor central del sistema de reservas, junto a los créditos swaps y el dólar.  La irrupción del crecimiento imparable de los grandes conglomerados financieros o la liberalización de los movimientos de capitales, la política constante de privatizaciones, la eliminación de las restricciones de dichos capitales y su diversificación o la desregulación de las trabas de las legislaciones nacionales, conformaron el tablero económico internacional hasta llegar a la situación actual de un realineamiento tripolar del sistema monetario internacional, sumido en un proceso de rediseño entre bloques monetarios y de sistemas de cambios de cada área económica, con las monedas digitales como telón de fondo.


domingo, 6 de julio de 2025

Maastricht

 

  La eliminación de las fronteras económicas entre los diferentes países de la Unión Europea, conllevó la consecución de una unión económica y monetaria cuyo impacto sobre los estados se tradujo en una integración en los mercados de capitales, la expansión del comercio y la inversión o los aumentos de competitividad, todo ello bajo el paraguas de una disminución de la inflación y otros criterios de convergencia establecidos en Maastricht,  a pesar de la disparidad existente entre la economía real de los países de una velocidad y otra dentro del contexto comunitario. Para ello, se contaba con la recepción de fondos estructurales y la inversión de bienes y servicios destinados a converger la diferencia entre países ricos y menos dotados en recursos. Sin embargo, el efecto que la unión económica y monetaria trajo consigo a nivel nacional, como es el caso de España, fue la pérdida de la soberanía monetaria y la incapacidad, por ejemplo, de devaluar su propia moneda con el fin de poder abordar problemas internos en un área monetaria y económica como es la eurozona. El motivo principal no era otro que el resguardo de la disciplina debida al Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo.