domingo, 11 de agosto de 2024

Anna Tarrés


“El teniente Daniel Kaffee es un joven y prometedor abogado de la Marina que tiene una excelente reputación. Sus superiores le confían la defensa de dos marines acusados de asesinato. A primera vista, el caso no parece complicado. Pero cuando tenga que vérselas con el Coronel Nathan R. Jessup, Comandante en Jefe de la base de Guantánamo, saldrán a la luz nuevas pistas que harán que el caso adquiera dimensiones insospechadas”. Algunos hombres buenos, Filmaffinity.  

       Si hay una cuestión que no está sujeta a la marginación de la duda, es que la forma correcta de liderazgo engendra el éxito y conlleva la consecución de resultados, algo que la cultura woke o la actual aristocracia de lo mediocre no logrará jamás.

     Las situaciones límite requieren una concentración especial, un trabajo bien hecho y la aspiración continua hacia la culminación de la excelencia.

    La gran pantalla no popularizó precisamente el discurso de un Jack Nicholson interpretando al despiadado Comandante en Jefe, el Coronel Nathan R. Jessup en “A Few Good Men”, diatriba que, al margen de la línea argumental de la película, no resta arrojos a la forma bajo la cual debe ser dirigida una unidad militar de élite. Mis métodos, decía un Jack Nicholson encolerizado en el estrado, salvan vidas, y si bien tales prácticas pudieran estar custodiadas bajo la atenta mirada inquisitorial del espectador, lo cierto es que en el mundo real lo hace, y en el terreno deportivo encumbran a la gloria del palmarés deportivo a una nación.

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