jueves, 20 de febrero de 2020

Boers


   Una tierra que cultivar, un rifle y la Biblia. Frente a la era de la enferma intromisión en la esfera privada que padecemos y el carácter confiscador que amenaza la propiedad privada, el modelo de aquellos primeros colonos se cierne sobre la esencia de un modelo de vida que reclama, desde la distancia, su recuerdo e imitación. Si sobre el trabajo de la tierra, por parte de hombres libres, se erige una nación de valores y principios compartidos, con la destrucción de su esencia tan sólo puede fomentarse la anarquía, la corrupción y la esclavitud.
   El anhelo de libertad es un configurador elemental de la naturaleza humana, sometida al orden natural de las cosas y no a la posesividad de su razón. La mercantilización de la sociedad, coloca a ésta en una posición de vulnerabilidad que se dramatiza en aquellos que padecen la precariedad de lo elemental para llevar una vida digna. Sin embargo, el ejemplo de aquellos que vivieron en pleno contacto con la naturaleza, en armonía con ella, trabajando la tierra y cuidando el ganado, establecieron el modelo para romper los lazos con la sociedad basada en la cuenta de resultados.

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