No es sino obvio, que existe un hilo conductor del pasado
que lo une con el presente, en su más extensa profundidad de realismo, a tenor
de no poder evitar ver el reflejo de los acontecimientos presentes en el ayer sobre
los mismos escenarios. Así las cosas, durante la I Guerra Mundial tuvo lugar la
Campaña de Gallipoli, con el propósito de cortar los suministros de Rusia. Tras
el inicio de la segunda contienda mundial, la URSS trató en vano de hacerse con
el único puerto del Ártico que no se hiela en invierno, a pesar de lograr la
conquista de ciertos territorios finlandeses. Si Stalin hubiera dominado Finlandia,
con la Guerra de Invierno, y Crimea, tras la Operación Ofensiva Estratégica de
Crimea, se habría hecho con puntos cardinales para la instalación de la flota
rusa y el dominio aéreo regional, a la espera de haber conseguido otro enclave
estratégico de vital importancia como era, y es, el control sobre el Estrecho de
Gibraltar, objetivo fallido tras la contienda civil española. El predomino
chino sobre Asia, Crimea en disputa, la amenaza actual rusa sobre Finlandia y
la inestabilidad política en España, con el fortalecimiento de los nacionalismos
y la aparición de otro Frente Popular, recrudecen la memoria sobre las claves,
junto al domino de la costa norte africana para el control del Mediterráneo, de
las anteriores guerras mundiales, y la tercera en ciernes.
miércoles, 16 de marzo de 2022
Guerras mundiales
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