Sur

   En una hipotética escalada de la tensión, cuando no amenaza de una guerra global, para España en concreto y, en particular, para su relación con una crisis internacional de tal calado, el sur se vislumbra como un horizonte de conflicto en ciernes, tanto en su vertiente energética, geopolítica como de las relaciones internacionales que se enredan en una difícil conjunción entre Argelia, Marruecos y el problema del Sáhara. Pero no sólo cabría mencionar esto, sino que habría que añadir el incierto futuro que ofrecen Ceuta y Melilla en un marco fuera de la OTAN. La vital importancia del Estrecho, al margen de todo lo mencionado, cuestiona el carácter pacífico y neutral que España ha jugado en las anteriores guerras mundiales, y anticipa su imposible elusión de un futuro y más que probable conflicto mundial.