lunes, 25 de agosto de 2025

Cuba

   “No tendrás nada y serás feliz”. Agenda 2030.

  Como describe Armando de la Torre, el régimen cubano eliminó, desde el inicio del triunfo de la revolución en 1959, la propiedad privada. Sin medios de comunicación en manos privadas, sin inmuebles en propiedad, carentes de un cuerpo policial al servicio de la población y, bajo el yugo de la cartilla de racionamiento, el pueblo cubano está desarmado para actuar en defensa de su libertad frente a la tiranía. Habría que añadir a la descripción de la realidad cubana de Armando de la Torre, el consentimiento del gobierno cubano a la hora de hacer la vista gorda en el sistemático y consentido ejercicio de pequeños hurtos de todo tipo de bienes, con los que el pueblo cubano ejerce una economía de subsistencia basada en el trueque. Frente a cualquier crítica o manifiesta oposición contra el régimen, la pena capital, la cárcel, la tortura o la retirada del uso de la cartilla de racionamiento constituyen el elenco de posibles represalias. Los Comités de Defensa de la Revolución, CDR, conforman la red de comités vecinales encargados de llevar a cabo una vigilancia exhaustiva de la población, al margen de la propia labor ejercida por la Policía Nacional Revolucionaria de Cuba, PNR. Por si fuera poca la acción conjunta de los CDR y la PNR, a finales de la década de los años ochenta del pasado siglo, por orden de Fidel Castro se constituyeron las Avispas Negras, un cuerpo de élite de las fuerzas especiales, dentro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, dedicado a represaliar al pueblo cuando tienen lugar en las calles movilizaciones y manifestaciones de protesta.

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