No
fue cualquiera, sino un militar, y no uno al uso corriente, sino un general de
cinco estrellas que comandó las fuerzas Aliadas durante la Segunda Guerra
Mundial y que llegaría a convertirse más tarde en presidente de los Estados
Unidos, el que advirtió al mundo de la grave amenaza que se cernía no ya en el
horizonte más próximo, sino en la realidad del tiempo presente en el que Eisenhower
pronunció el discurso que a continuación se ofrece en uno de sus
extractos, para advertir del poder real que amenazaba la democracia y la
libertad del pueblo, y que lo sigue haciendo.
"Esta
conjunción de un inmenso sistema militar y una gran industria armamentística es
algo nuevo para la experiencia norteamericana. Su influencia total; económica,
política, incluso espiritual; es palpable en cada ciudad, cada parlamento
estatal, cada departamento del gobierno federal.
Reconocemos
la necesidad imperativa de esta nueva evolución de las cosas. Pero debemos
estar bien seguros de que comprendemos sus graves consecuencias.
En
los consejos de gobierno debemos estar alertas contra el desarrollo de
influencias indebidas, sean buscadas o no, del complejo
militar-industrial". Fuente: bbc.com.
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