“El provocador título del último libro de Marta Peirano, Contra el futuro. Resistencia ciudadana frente al feudalismo climático no se refiere al futuro en abstracto, sino al futuro que nos proponen los dueños del mundo, las megaempresas que dirigen los destinos de todos y que tienen en sus manos desde las tecnologías de la comunicación hasta la forma de alimentación”. Mónica López Ocón.
No
son menores las voces que reclaman aclarar la luz que hay al final del túnel,
para traer algo de certeza a un mundo edificado sistemáticamente en la mentira.
Los movimientos sociales surgidos de la nada en los últimos años, y que han
proliferado bajo el riego de una incesante lluvia de dinero, no tienen como
finalidad defender sus aparentes causas, sino atomizar la sociedad, enfrentarla
para dividirla y someterla a un mejor control.
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