El gran naturalista, no
sólo es y debe ser reconocido en su labor televisiva, que a día de hoy
constituye el legado más internacional del género español de la serie dedicada
al conocimiento de la naturaleza, sino que Félix Rodríguez de la Fuente destacó
por su trabajo radiofónico como divulgador y comunicador. No sólo fueron los
animales el campo de su interés y estudio, sino la propia vida humana. Para
ello, pasaba temporadas enteras al cuidado de la convivencia con pueblos vivos
y, todavía, anclados en el pasado más remoto y original de la humanidad. Se
dispuso a conocer cuál era la concepción del origen humano que tenían, tras sus
diatribas con los diferentes chamanes, las diferentes tribus que visitó y con
las que compartió un periodo más o menos largo de convivencia. Todos aquellos
pueblos, fósiles vivientes que sirven como cordón umbilical de nuestro tiempo
más ancestral con el tiempo presente, relataban sin pestañear que la humanidad
proviene del mar, en consonancia con la que parece la hipótesis más aceptada en
el campo científico. Para rebatir a quienes afirman que el origen está
precisamente en las estrellas, Félix contrastaba la opinión referida no sólo
mostrando su desacuerdo, sino resaltando que la vida misma de la humanidad en
la Tierra está ligada precisamente a ésta de manera o de forma intrínseca e
inseparable, de modo que la vida humana le pertenece al planeta como cualquier
otra especie animal o vegetal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario