Las
raíces históricas de un pueblo, su identidad como nación, así como el sentido
del individuo dentro de la sociedad que conforma aquel, son el núcleo, junto a
la familia, de la persona.
La globalización, entendida como movimiento
desculturizador, se ha impuesto en la política institucional.
El ataque abierto a la familia desde
el sistema educativo; hay padres encarcelados por negarse a que el centro
eduque a sus hijos en ciertas materias; la degradación de la exigencia académica,
el bajo perfil de la información que reciben los adolescentes, unido a la
desnaturalización de los valores de la sociedad, no son paradigmas casuales,
sino que responden a un cuidado plan de programación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario