Gregori Perelman

      Un equipo de matemáticos tuvo que reunirse para, durante varios años, estudiar la confirmación del trabajo de Gregori Perelman, quien, en solitario, resolvió uno de los problemas del milenio, la conjetura de Poincaré, recompensado con un importante premio en términos económicos. El éxito, abrió las puertas de las más prestigiosas universidades de alcance mundial, a un Perelman recién galardonado con la medalla Fields. Sin embargo, rechazó la recompensa monetaria, las cátedras universitarias y la más prestigiosa condecoración, la medalla considerada el Nobel de las matemáticas. Tras un trabajo de corte monástico, llevado a cabo en el enclaustramiento en un pequeño apartamento de San Petersburgo y, entregado por entero al estudio y resolución de la conjetura, Gregori Perelman continúa bajo su estricta rutina de austeridad y trabajo, sumido en el más puro aislamiento frente a los focos de la fama, la riqueza o el prestigio académico.