“Lo
que en el pasado fueron los Estados Unidos, ahora es una nación llamada Panem;
un imponente Capitolio ejerce un control riguroso sobre los 12 distritos que lo
rodean y que están aislados entre sí. Cada distrito se ve obligado a enviar
anualmente un chico y una chica entre los doce y los dieciocho años para que
participen en los Hunger Games, unos juegos que son transmitidos en directo por
la televisión. Se trata de una lucha a muerte, en la que sólo puede haber un
superviviente. Katniss Everdeen, una joven de dieciséis años, decide sustituir
a su hermana en los juegos; pero para ella, que ya ha visto la muerte de cerca,
la lucha por la supervivencia es su segunda naturaleza”.
Filmaffinity.
No
es ningún secreto a voces que los servicios de inteligencia participan de
manera activa en la elaboración de guiones, como tampoco lo es el uso de la programación
predictiva. El hecho es que toda una serie de películas y series de televisión,
no es que se hayan anticipado a su tiempo de forma prematura, sino que de forma
reiterada y meticulosamente detallada han vislumbrado con extrema precisión lo
que el andar del tiempo ha traído consigo. Un futuro, en el que una minoritaria
élite social disfruta de la abundancia en detrimento del resto que, de modo
minimalista, no dispone ni tan siquiera de lo necesario para poder vivir, es ya
no una distopía fantástica sino la realidad del tiempo presente, que condena a
la mayoría a luchar por su subsistencia, para poder sobrevivir en un mundo cada
vez más prolijo en la carestía esencial de los bienes y servicios más elementales.
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