jueves, 12 de diciembre de 2019

Tiranía economicista global



   “Aún en este caso, debería considerarse que sería necesaria una intervención pública mínima en cuatro áreas fundamentales que garantizase el correcto funcionamiento de la sociedad y la misma existencia del mercado: …-actividad legislativa-, -actividad coercitiva y policial-, -actividad judicial-, y -actividad política y de defensa-.” Bienes públicos globales, política económica y globalización. J.M. Marín Quemada.

   Joseph Eugene Stiglitz, Premio Nobel de Economía, levantó su voz contra la globalización. No son casuales las declaraciones públicas de la directora del FMI, Christine Lagarde, cuando afirma que “hay riesgo de que la gente viva más de lo esperado”, el denominado "riesgo de longevidad" sobre las finanzas públicas.
   Los fundamentalistas del libre mercado, como los llama Stiglitz, no defienden precisamente el liberalismo económico. -se afirma que la política económica es siempre el resultado de una decisión de la autoridad.- Se trata de alcanzar -el máximo de bienestar social posible para una distribución de la renta dada-. Es decir, una mano invisible nos está conduciendo hacia un mundo puramente orwelliano y, por la alusión de la introducción del manual referenciado a la revolución biotecnológica, a otro radicalmente huxliano, donde una masa social controlada en número, es dictada por un poder único y global, bajo sus dictados.


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