Ropa inteligente, que incorpora sensores conectados con
la red de internet. Nanotecnología capaz de emplear microrobots para intervenir
clínicamente el cuerpo humano. Las nuevas casas inteligentes dotadas de
pantallas proyectadas en la pared, que permiten mantener una conversación, leer
el periódico digital u ordenar a distancia a la cocina que caliente el desayuno,
y cuyos espejos del baño arrojan las constantes vitales del dueño, son ejemplos
a los que podríamos añadir los procesos de producción automatizados, las empresas
o tiendas sin empleados o los vehículos completamente autónomos. A medida que
el tiempo avance el proceso, puesto ya en marcha, resultará del todo imposible
distinguir la voz de una máquina, la presencia de un androide o la imagen
proyectada, de lo auténticamente humano. Personas y la IA, interactuarán sin
solución de continuidad en ciudades y enclaves aislados, irreversiblemente
conectados.
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