lunes, 6 de julio de 2020

Bruce Lee

   “Para Bruce Lee la filosofía no era el patio de recreo -profesional- de los académicos, sino la puerta de acceso de todo individuo a la mayor aventura del espíritu del hombre, que iluminaba las fronteras de la posibilidad humana y borraba las sombras de la duda y la inseguridad”. John Little.

  Con la sabiduría de un monje, Bruce Lee discernía lo absoluto de cualquier condicionamiento dogmático o preestablecido por la razón. “El absoluto”, decía en su obra “Pensamientos extraordinarios”, “trasciende la comprensión humana y va más allá de las categorías de tiempo y espacio”. La búsqueda constante del equilibrio, en el devenir de los acontecimientos marcados por el presente, en lugar de la trampa del tiempo pasado o futuro, la flexibilidad de la acción frente a la realidad, ejemplificada por el elemento del agua, el continuo cambio de las cosas en constante movimiento y la importancia del tiempo, constituyen algunos de los principios presentes en su vasta filosofía, traducida en una auténtica escuela de vida.

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