Ya en 1991, el cine mostraba en la
gran pantalla, bajo la dirección de Michele Deville, la problemática de los
conflictos de pareja, y la cada vez mayor dificultad habida a la hora de estabilizar
las relaciones sentimentales. Las más de cien mil separaciones y divorcios anuales,
hacen que cada cinco minutos se rompa un matrimonio, sólo en nuestro país.
La crisis de la familia, no sólo repercute
sociológicamente en un aumento de los desórdenes psicológicos de todo tipo, o
el deterioro económico de la unidad familiar, sino en la demografía del país y las
consecuencias para su economía. El índice de fecundidad, ha pasado del 2,8 en
1975 al 1,1 en nuestros días, uniendo al drama del divorcio, la realidad del
aborto.
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