jueves, 23 de julio de 2020

Consejo

   “Yo he perseguido a muerte este nuevo camino, encadenando y metiendo en la cárcel a hombres y mujeres, como me es testigo el sumo sacerdote y el consejo de los ancianos”. Hechos 22,4.

   Estamos en la Administración Kennedy. En Estados Unidos corría un rumor; en el país opera un sindicato del crimen, del que surgirá toda la saga de películas de cine, entre ellas las míticas de “El Padrino”.
   Aunque el pueblo americano conocía la existencia del crimen organizado, y a sus capos, como Al Capone, la rumorología decía que, en realidad, operaba en el país un auténtico sindicato organizado, que tenía tanto o más poder que las grandes corporaciones.
   En un discurso dirigido a la nación, Robert Kennedy, en ese momento secretario de Justicia, anunció a los estadounidenses que todo eso no era nada más que un cuento, y que los americanos lo que tenían que hacer era dejarse de películas y dedicarse a trabajar.
   Justo en ese momento, ocurrió un hecho insólito. Un individuo llegó a una comisaría de policía, reconoció su vinculación con la Mafia, y solicitó ayuda policial porque lo querían asesinar. La policía no lo creyó en una primera instancia, pero el sujeto comenzó a hablar. Gracias a su testimonio, el cuerpo policial pudo dar carpetazo a los asesinatos archivados que no estaban resueltos y, al final, el confidente obtuvo la credibilidad de la policía. El único que no tenía películas en la cabeza era el pueblo americano. Robert Kennedy no estaba en lo cierto, y sería asesinado años después. Hay quien dice que la Mafia estuvo involucrada en su asesinato, con independencia de quien fuera el verdadero autor intelectual.
   El sujeto, trabajaba para un capo, había escuchado una conversación de su jefe hablando mal de él, y sabía que la consecuencia iba a ser su inevitable asesinato. Entró en pánico y terminó en la policía. Para él, se creó de la nada el programa de protección de testigos, que ahora se ha popularizado en las películas. Hay un libro que se titula, “The valachi papers”, no traducido al español, que cuenta toda su historia. Es el primer documento inédito sobre la Mafia y su funcionamiento interno.
   Tendrían que pasar muchas décadas hasta llegar a los maxiprocesos italianos antimafia, de Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, bajo la dirección de Antonino Caponnetto, el magistrado responsable de luchar contra la Mafia en Italia y diseñador de los maxiprocesos. Tras años de trabajo, apenas conocían nada de la Mafia. Tuvo que ocurrir otro milagro, totalmente inesperado, para que todo se encauzase. El capo de todos los capos, se convirtió en un arrepentido y comenzó a hablar delante de Giovanni Falcone y Borsellino.
   Por primera vez en la historia, la Justicia conocía el funcionamiento interno de la Mafia. Ésta, tiene una organización tan compleja que un equipo especial de magistrados no era capaz de desentrañar hasta sus últimas consecuencias. Una de las primeras personas detenidas en los maxiprocesos, fue un Inspector de Hacienda, por lo que surge una lógica pregunta, ¿pueden unos simples delincuentes crear algo tan complejo? Evidentemente, la respuesta debe ser negativa.
   Al final, los magistrados descubrieron en sus investigaciones que la Mafia es el sistema, como reconoce Daniel Estulin en una de sus entrevistas:
   “En el libro usas conceptos durísimos contra los gobiernos occidentales y los despachos de Londres y Wall Street que tus lectores ya conocemos. Me refiero a las acusaciones de ser aliados de los cárteles de la droga y de los traficantes de armas”.
   Giovanni Falcone y Paolo Borsellino fueron asesinados por la Mafia, con la colaboración de los servicios de inteligencia y los responsables encargados de su seguridad.
   Los delincuentes nacidos en las mismas calles de Palermo, en las que jugaban Falcone y Borsellino, no tienen la capacidad de montar una organización tan compleja que los jueces no pueden descifrar. La Mafia tiene una organización secreta, que opera a nivel mundial y que mueve cantidades industriales de dinero. Alguien ha tenido que diseñar la organización. Funciona por medio de una Comisión, que reúne a las familias más importantes, y tiene una organización jerárquica, constituida por hombres de honor, capos, y soldados. Alguien ha tenido que ser el arquitecto de la estructura de la Mafia, y su organización podría, haciendo un ejercicio de imaginación, no ser sino una copia a escala de lo que existe a un nivel mayor de organización mundial.
   Haciendo un paralelismo en otro orden de cosas, podría haber un Consejo, al que pertenecerían las familias más importantes, un auténtico poder invisible perfectamente organizado, del que conocemos su parte visible como la Trilateral, el Club Bilderberg, Davos o el Council on Foreign Relations.
   Estamos ante la instauración de un Gobierno Mundial de hecho y de derecho. La constitución de derecho de ese Gobierno, es lo que se denomina Nuevo Orden Mundial, o Nueva Normalidad.

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