Modelo chino

   Douglas MacArthur, fue destituido por el presidente Truman, por las desavenencias del general con la política exterior seguida por su país. El todopoderoso ejército norteamericano, en aquel momento una auténtica potencia militar con capacidad nuclear, se enfrentó en la Guerra de Corea a un enemigo más próximo a la Edad Media que al ya bien entrado siglo XX. El genio militar de MacArthur, se dejó de lado para llegar a un Armisticio firmado el 27 de julio de 1953, que separó por el paralelo 38 a las dos Coreas, y que supuso el nacimiento de un régimen político que obligaba a sus ciudadanos a someterse a una dictadura férrea.

   Frente al modelo de Corea del Norte, el actual chino representa su antagónica pincelada de matices que, si bien no se distingue en el fondo, sí lo hace en la forma. La vigilancia absoluta de los ciudadanos, el premio o castigo al pleno sometimiento a un régimen caracterizado por una corrupción endémica, la intolerancia de cualquier signo de disidencia política, el manejo y control religioso de sus representantes o fieles, la práctica del capitalismo salvaje en un país comunista que provoca la separación de la sociedad en auténticas castas económicas, son sólo algunos rasgos que representan el modelo de crédito social chino, que se está extendiendo e implantando a nivel mundial.

   La totalidad de la humanidad corre el riesgo de quedar sometida a una dictadura global, por encima de la cual, una minoritaria élite trabaja al margen del propio sistema, bajo una desregulación y libertad de acción sin precedentes, carente de contrapesos y no sometida a cualquier tipo de control de legalidad.