La más que evidente
desindustrialización que ha sufrido España, el abandono del campo y el
deterioro de la pesca, el aumento de la presión fiscal y el desempleo, acompañado
de un incremento desmedido del endeudamiento, tanto público como privado, todo
ello unido a las trabas para ejercer como autónomo, y la conversión del país en
una fuente de ingresos turísticos, no conduce sino a denunciar que nos
encontramos ante una demolición controlada de la Economía. El profesor Niño
Becerra se ha referido a Grecia como el experimento griego, a lo que habría que
recordar que el país heleno es una clara continuidad del simulacro argentino. Argentina,
de ser uno de los diez países más ricos del mundo, a comienzos del siglo XX, ha
pasado a convertirse en un país en venta a precio de saldo, tras las recetas impuestas
por el poder financiero, que ahora se extienden como la pólvora, libremente por
el mundo.
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